
Cada dos o tres meses convocamos un taller de supervisión dirigido a las personas que han participado en nuestros cursos, con la intención de provocar encuentros, entrenar habilidades, y aplicar lo aprendido sobre casos y ejemplos que forman parte del devenir la vida cotidiana.
El pasado sábado celebramos en Málaga el taller de supervisión que en esta ocasión dedicamos el tema “Retos”.
Nos situamos inicialmente en la experiencia del cambio de ciclos en la vida, en el caso de acontecimiento externos que nos sitúan en el final de una etapa y en el principio de algo nuevo, como por ejemplo: el cambio de casa, de trabajo, de pareja, etc. Es decir, cambios que nos invitan a despedirnos de lo que había sido hasta ahora y por otro lado nos proponen nuevas situaciones, y por tanto también nuevos retos.
Por otro lado aludimos también a los cambios de etapa simbólicos, esos que usamos como fechas señaladas de ciclos en nuestra vida, independientes de los acontecimientos diarios, por ejemplo: el cambio de año, el cumpleaños, los aniversarios, etc… Curiosamente este tipo de “cambio de ciclo” también para muchas personas sugiere cerrar una etapa para iniciar otra, y son también ocasiones que invitan a reflexionar sobre el ciclo que concluye y disponerse como si comenzará algo de nuevo, como si tuviéramos nuevas oportunidades.
Algunas de las preguntas propuestas para iniciar las reflexiones fueron:
¿Cómo te relacionas con los cambios de ciclo, reales y/o simbólicos?
En estas circunstancias, ¿sueles proponerte retos?
Cuando te propones un reto ¿Cómo te motivas?, ¿Cómo te desmotivas?

En la dinámica de estas reflexiones las personas identificaban y reconocían algunos patrones de comportamiento en relación con la manera de relacionarse con los retos.
Para algunos resultaban estimulante, y para otros temidos y no deseables.
Pudimos comprobar en algunos ejemplos el uso de secuencias de Sistemas Representacionales* y los efectos de los mismos. Por ejemplo:
“Me digo: debería de hacer esto.., y siento un nudo en el estómago. Entonces me digo todos los inconvenientes, las dificultades y me voy sintiendo peor y me paralizo. Cuando me doy cuenta de que no lo hago me siento culpable y de nuevo comienza el diálogo…”
“Siento que quiero algo, lo paso por la cabeza, lo veo fuera de mi y me dirijo hacia ello sin dudar…”
“ Soy muy buena con grandes retos, las personas me hacen saber que estoy capacitada para ello, pero tengo uno pequeño, que lo siento en el cuerpo, me digo que lo haré, después siento un bloqueo y dialogo mucho sobre porque no lo hago y vuelvo a sentir el bloqueo y no puedo con ello….”

La aportación de las diferentes experiencias nos permitió comprobar como cada persona tiene formas concretas y particulares de crear disposición hacia los retos. Como es posible identificar dichas formas siguiendo la secuencia de funcionamiento de los sistemas representaciones y como los resultados que obtenemos ante los retos que nos planteamos dependen en gran medida del funcionamiento de esta secuencia.
No hicimos conscientes de los pequeños grandes retos. Esos cambios aparentemente pequeños que por más que lo intentamos una y otra vez, siempre están ahí. Aquellos que para resolverlos nos hacen una y otra vez dar vueltas sobre nosotros mismos hacia una profundidad insospechada.
Aunque el tema podría extenderse mucho y ofrecer muchos ángulos y enfoques de actuación, en esta ocasión pusimos el énfasis en comprobar aspectos de perspectiva, en relación con la disposición hacia el reto.
Es bastante común colocar al reto en una perspectiva de dificultad. Son muchos los retos que superamos en la vida, a los cuáles no les damos importancia e que incluso hemos olvidado. Así que es importante poner el nuevo reto en perspectiva con otros ya superados de igual o mayor dificultad.
Así como recordar a menudo las razones por las que podremos realizarlo, tanto las que nosotros nos decimos a nosotros mismos como las que nos dicen los demás.
Esto crea anclajes de seguridad y genera disposición basada en experiencias reales y recursos personales claramente identificables.
La mente no necesita únicamente comprender, sino también experimentar opciones posibles que ofrezcan alternativas fácilmente elegibles.
Por esto y mediante estímulos visuales y auditivos, conectados ambos con el sentir de la realidad de las experiencias evocadas, y a través del ejemplo de un reto personal, cada cuál experimentó la opción de nuevas perspectivas basadas en traer a la consciencia la capacidad personal y única de superar retos.
Así que hablamos sobre retos, sobre cambios y otras cosas. Nos comunicamos, nos exploramos, nos sentimos y también comimos juntos.

La experiencia ha sido más rica y llena de connotaciones de lo que en este blog soy capaz de relatar. Gracias a todos los que habéis participado en ella, a Enric por organizarla y a mi misma por sentirme tan sorprendentemente inspirada.
* Sistemas Representacionales: Visual, Auditivo, Kinestésico, Olfato, Gusto
El pasado sábado celebramos en Málaga el taller de supervisión que en esta ocasión dedicamos el tema “Retos”.
Nos situamos inicialmente en la experiencia del cambio de ciclos en la vida, en el caso de acontecimiento externos que nos sitúan en el final de una etapa y en el principio de algo nuevo, como por ejemplo: el cambio de casa, de trabajo, de pareja, etc. Es decir, cambios que nos invitan a despedirnos de lo que había sido hasta ahora y por otro lado nos proponen nuevas situaciones, y por tanto también nuevos retos.
Por otro lado aludimos también a los cambios de etapa simbólicos, esos que usamos como fechas señaladas de ciclos en nuestra vida, independientes de los acontecimientos diarios, por ejemplo: el cambio de año, el cumpleaños, los aniversarios, etc… Curiosamente este tipo de “cambio de ciclo” también para muchas personas sugiere cerrar una etapa para iniciar otra, y son también ocasiones que invitan a reflexionar sobre el ciclo que concluye y disponerse como si comenzará algo de nuevo, como si tuviéramos nuevas oportunidades.
Algunas de las preguntas propuestas para iniciar las reflexiones fueron:
¿Cómo te relacionas con los cambios de ciclo, reales y/o simbólicos?
En estas circunstancias, ¿sueles proponerte retos?
Cuando te propones un reto ¿Cómo te motivas?, ¿Cómo te desmotivas?

En la dinámica de estas reflexiones las personas identificaban y reconocían algunos patrones de comportamiento en relación con la manera de relacionarse con los retos.
Para algunos resultaban estimulante, y para otros temidos y no deseables.
Pudimos comprobar en algunos ejemplos el uso de secuencias de Sistemas Representacionales* y los efectos de los mismos. Por ejemplo:
“Me digo: debería de hacer esto.., y siento un nudo en el estómago. Entonces me digo todos los inconvenientes, las dificultades y me voy sintiendo peor y me paralizo. Cuando me doy cuenta de que no lo hago me siento culpable y de nuevo comienza el diálogo…”
“Siento que quiero algo, lo paso por la cabeza, lo veo fuera de mi y me dirijo hacia ello sin dudar…”
“ Soy muy buena con grandes retos, las personas me hacen saber que estoy capacitada para ello, pero tengo uno pequeño, que lo siento en el cuerpo, me digo que lo haré, después siento un bloqueo y dialogo mucho sobre porque no lo hago y vuelvo a sentir el bloqueo y no puedo con ello….”

La aportación de las diferentes experiencias nos permitió comprobar como cada persona tiene formas concretas y particulares de crear disposición hacia los retos. Como es posible identificar dichas formas siguiendo la secuencia de funcionamiento de los sistemas representaciones y como los resultados que obtenemos ante los retos que nos planteamos dependen en gran medida del funcionamiento de esta secuencia.
No hicimos conscientes de los pequeños grandes retos. Esos cambios aparentemente pequeños que por más que lo intentamos una y otra vez, siempre están ahí. Aquellos que para resolverlos nos hacen una y otra vez dar vueltas sobre nosotros mismos hacia una profundidad insospechada.
Aunque el tema podría extenderse mucho y ofrecer muchos ángulos y enfoques de actuación, en esta ocasión pusimos el énfasis en comprobar aspectos de perspectiva, en relación con la disposición hacia el reto.
Es bastante común colocar al reto en una perspectiva de dificultad. Son muchos los retos que superamos en la vida, a los cuáles no les damos importancia e que incluso hemos olvidado. Así que es importante poner el nuevo reto en perspectiva con otros ya superados de igual o mayor dificultad.
Así como recordar a menudo las razones por las que podremos realizarlo, tanto las que nosotros nos decimos a nosotros mismos como las que nos dicen los demás.
Esto crea anclajes de seguridad y genera disposición basada en experiencias reales y recursos personales claramente identificables.
La mente no necesita únicamente comprender, sino también experimentar opciones posibles que ofrezcan alternativas fácilmente elegibles.
Por esto y mediante estímulos visuales y auditivos, conectados ambos con el sentir de la realidad de las experiencias evocadas, y a través del ejemplo de un reto personal, cada cuál experimentó la opción de nuevas perspectivas basadas en traer a la consciencia la capacidad personal y única de superar retos.
Así que hablamos sobre retos, sobre cambios y otras cosas. Nos comunicamos, nos exploramos, nos sentimos y también comimos juntos.

La experiencia ha sido más rica y llena de connotaciones de lo que en este blog soy capaz de relatar. Gracias a todos los que habéis participado en ella, a Enric por organizarla y a mi misma por sentirme tan sorprendentemente inspirada.
* Sistemas Representacionales: Visual, Auditivo, Kinestésico, Olfato, Gusto
1 comentario:
Interesante acercarse a la motivación y sobre todo me abre la posibilidad de verla como una enfermedad en muchas ocasiones, en concreto como un bloqueo. ¿Que es lo que nos impulsa a seguir?. La mayoría de las veces no le presto mucha atención hasta que llega el bloqueo y tengo que motivarme para poder seguir trabajando y viviendo. Me parece muy importante el trabajo que estáis haciendo. Sinceramente, gracias. OMR
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